21 julio 2007

Adéu Piqué

La tercera fue la de la despedida definitiva. Según se ha sabido presentó su dimisión en dos ocasiones anteriores a ésta, la que es tercera y última. Abandona así, el sr. Piqué, sus puestos de responsabilidad política en el PPC, después de haber ocupado varias carteras ministeriales en los gobiernos de José María Aznar y de desempeñar las labores de oposición en el Parlamento Catalán durante los últimos cuatro años. No dudo del talento, la inteligencia o la simpatía del sr. Piqué, pero está claro que llegó a Ministro sin haber trabajado lo más mínimo ni por ni para el PP. Fue, como se suele decir, llegar y besar el Santo, mientras muchos dirigentes, militantes y simpatizantes del PP se preguntaban de dónde había salido ese buen hombre y qué había hecho para merecer semejante reconocimiento. Creo que, empezando por su aterrizaje directo en los puestos de mayor responsabilidad política, no empezó con buen pie. Después llegó el momento de pasar a la oposición y dar la batalla en su Cataluña natal, labor acaso menos grata que la de Ministro, y durante cuatro años tuvo tiempo de plantear, desarrollar y explicar a los ciudadanos su proyecto político para Cataluña. Proyecto que, a la vista de los desastrosos resultados de los últimos comicios electorales, no sólo no fue capaz de aglutinar a una mayor parte del electorado catalán, sino que desmovilizó a parte del que apoyaba tradicionalmente al PP. Entretanto también tuvo tiempo de defender planteamientos diametralmente opuestos a las tesis de la dirección del Partido y crear polémicas que sólo podían perjudicar a su propio Partido, como cuando planteo la necesidad de jubilar a sus compañeros Acebes y Zaplana por su conexión con el pasado, esto es, con los gobiernos de Aznar, con los que, por otra parte, él no estaba menos vinculado. Así pues, poco aportó antes, pero menos podía aportar ya, y por lo tanto, bien “dimitido” está Piqué. Si Rajoy hubiera aceptado su renuncia antes, el PP habría dispuesto de más tiempo para replantear su proyecto político para Cataluña y explicarlo a los ciudadanos. Habría ganado tiempo y se habría ahorrado algún disgusto. De nada sirve ya lamentarse, ahora sólo queda mirar al futuro.

1 comentario:

Persio dijo...

Piqué -del comunismo al liberalismo, pasando por el nazionalismo- puede seguir probando fortuna en un nuevo terreno de juego: el socialismo. Es el único "ismo" que le falta.