29 marzo 2007

Reposando el café

Me supo a poco. Aburrido, monótono, prescindible, soso... Dos horas hablando y ¿para qué? Nos quedamos como estábamos. Alguna anécdota (aquello del café por 80 céntimos) y las mismas evasivas de siempre en los temas que –realmente- importan “al personal”: terrorismo, Navarra, vivienda, precariedad laboral…y eso que las preguntas eran directas, pues nada....¿Vieron con qué rapidez, seguridad y contundencia respondía a lo del café? Oigan, pues lo mismo con lo demás, con la diferencia de que la gravedad de los temas que se abordaban era mayor. Eso sí, ZP respondió con aparente seguridad y sentencias resonantes -siempre vacías de contenido-, con una sonrisa de oreja a oreja, gesticulando mucho y tuteando a sus entrevistadores. Hay que ver…¡Qué simpático!¡Qué cercano!¡Qué maravilla!...