28 enero 2007

Podredumbre moral


El pasado viernes, día 26 de enero, familiares y miembros del PP rindieron homenaje a Gregorio Ordóñez con motivo del duodécimo aniversario de su asesinato. Entre los actos que se realizaron tuvo lugar una ofrenda floral. Ayer, día 27 de enero, unos jóvenes vándalos (futuros terroristas) demostraban –destrozando las flores que ocupaban la tumba de Gregorio- el estado de podredumbre moral que padece una parte de la sociedad vasca que apoya, alienta, defiende y pone medios para que este tipo de actos sigan produciéndose.

Debería de invitar a la reflexión el hecho de que niños de 14 y 16 años lleven a cabo actos tan repugnantes como profanar una tumba. No es fruto de la rebeldía de los adolescentes, sino de un odio que se inculca a esos niños desde que están en la cuna. Se siembra la semilla del odio, se riega y abona, día a día y con esmero, y así, antes o después, se consigue transferir –siempre incrementado- ese sentimiento de odio hacia los que suponen un obstáculo para los planes separatistas y totalitarios de esa parte putrefacta, nauseabunda y despreciable de la sociedad vasca que está representada por los oteguis, txapotes, dejuanachaos, barrenas, txerokis, y demás despojos inhumanos.

Hace no mucho veía un vídeo en el que aparecía Gregorio Ordóñez defendiendo, con valor y firmeza, sus posiciones, y enfrentándose con coraje a los nacionalistas y a la porquería etarra. Me emocionaba escuchando la valentía con que defendía España, la libertad y los valores democráticos. La labor de gente como Gregorio y tantos otros, que lucharon -y luchan- diariamente por la libertad en el País Vasco, debe ser nuestro referente moral: un espejo donde mirarnos para, cada uno desde el lugar que ocupamos en la sociedad española, unirnos a ellos y pugnar por la libertad y la paz en aquella tierra.

17 enero 2007

Maltrato a la palabra o Zapatero y el –dudoso- arte de hablar sin decir nada



El pasado lunes escuché con atención el debate acerca de política antiterrorista que tuvo lugar en el Congreso de los Diputados y quedé tristemente sorprendido. Me explico:

Hacía bastante tiempo que no escuchaba a Zapatero hablando durante un período de tiempo tan prolongado, es decir, siempre lo oía breves instantes en los cortes de radio o en los fragmentos de sus declaraciones que aparecen en las noticias.

Pues bien, al escucharlo durante dicha sesión me avergoncé del Presidente del Gobierno que tenemos los españoles pues, en pocas palabras, y esto es una opinión personal, no sabe hablar.

Ya sabemos que Zapatero es muy dado a brindarnos sentencias muy resonantes en la forma pero vacías de contenido. Así, cuando se atiende a lo que dice durante unos minutos, se percibe que esto no sólo lo hace para despistar y no responder a lo que se le pregunta, sino que –además- lo hace porque no es capaz de hilvanar un discurso coherente. Así quedó demostrado. Su alocución estuvo plagada de vacilaciones, silencios, repeticiones,… sobre todo en las réplicas, aunque también en su primera intervención donde, a pesar de estar leyendo, se atascaba y avanzaba con dificultad y a trompicones.

Así, entre equivocaciones, mutismos momentáneos y repeticiones, pudimos asistir –también- a repentinos cambios de entonación, mostrándose el “talantoso” Zapatero muy enfadado y ofendido por lo que Rajoy le decía, revelando –a ojos de gran parte del público- un estado de nerviosismo y desconcierto -casi inédito- en el Presidente que -hasta hace poco tiempo- ha demostrado una gran templanza para embaucar a los españoles sin inmutarse lo más mínimo.

Decía ayer Rajoy que para ser Presidente del Gobierno “debería de exigirse algo más que tener 18 años y ser español”. Estoy de acuerdo con él. Entre otras cosas, para ser Presidente del Gobierno de España, debería de exigirse hablar un español –como mínimo- correcto.


05 enero 2007

T...de Terminal



La tregua estaba en estado terminal
desde que los
terroristas la
declararon y,
al final, como
tratándose
de la crónica
de una muerte
anunciada,
t
erminó,
y terminó
en la
T
erminal.
(T4)



EL VIDENTE DE LA MONCLOA




La tarde anterior al trágico atentado –“accidente mortal” según la terminología zapateril- era el propio Zapatero el que se jactaba públicamente de sus logros, y afirmaba –dejando la prudencia a un lado- que, gracias al proceso iniciado, estábamos mejor que hace un año, y que el año que viene estaríamos mejor que el presente.

Como hemos podido comprobar, por desgracia, ha errado por completo en sus predicciones, y ahora estamos mucho peor que hace un año, pero también peor que hace tres años, así, nos encontramos con ETA rearmada, el PCTV en el Parlamento Vasco, la kale borroka más presente -en las calles del País Vasco- que nunca, la extorsión a los empresarios que no ha cesado… es decir, gracias al falso proceso, la banda terrorista ha tomado oxígeno y está lista para volver a matar, y así lo ha demostrado con el atentado de la T-4 asesinando a 2 jóvenes ecuatorianos.

Desde aquí, animo a Zapatero a que la próxima vez que se decida a hacer predicciones, lo haga cuando esté en familia, para adivinar el resultado del próximo partido de su querido Barcelona o del número de cupón de la ONCE que va a tocar, pero no ante todos los Españoles, ni acerca de asuntos tan serios. Como gobernante es bastante imperfecto. Como vidente no pasa de charlatán de feria.


04 enero 2007

LOS HUEVOS NO AYUDAN A NADIE

El otro día contemplaba en televisión como las concentraciones pacíficas, a las que muchos ciudadanos asistieron en numerosas ciudades españolas, quedaban –desgraciadamente- ensombrecidas o, en cierta medida, eclipsadas por una en la que unos cuantos radicales se dedicaron a lanzar huevos contra la sede del PSOE en Ferraz, a la vez que gritaban consignas contra Zapatero.

Esto me provocó un profundo malestar, al igual que me ha ocurrido -otras veces- cuando he observado –en numerosísimas ocasiones- como radicales proferían insultos (tales como “asesinos”) y agredían a dirigentes del PP, intelectuales, etc. o atacaban sedes del PP.

Del mismo modo, he de manifestar que –igualmente- me repugna el que algunos medios intenten vincular esa acción a la AVT o al PP, sabiendo que la iniciativa partió de una web que aúna –según apuntan las informaciones- a distintos grupos de extrema derecha. Ese sería el deseo de algunos para poder endosarle “el muerto” al PP o a la AVT. Pero no, esto no es posible pues, gracias a Dios, la gente de la AVT, del PP, así como las personas que hacen causa común con ellos –en lo respectivo a su posición frente a la negociación del Gobierno con la banda terrorista ETA- han demostrado en numerosas ocasiones su civismo y respeto hacia aquellos con los que discrepan, diferenciándose así, de otros “grupos” desde los que sí se ha alentado a sitiar las sedes del PP o a agredir a personas contrarias a sus ideas o fines, evadiendo –incluso- condenar esos actos execrables.

Los actos violentos –cualesquiera que sean las víctimas de ellos- deben ser condenados con la más absoluta firmeza por cualquier persona que ame la LIBERTAD y la DEMOCRACIA, independientemente de las siglas bajo las que se auspicie o con la que simpatice, pues lo contrario sería respaldar ese tipo de actos.

Por cierto, a esos que les gusta tanto lanzar huevos, sean de extrema derecha o de extrema izquierda, desde mi modesta posición, les invitaría a que les den un uso más productivo: utilícenlos para hacerse una tortilla, un huevo frito, cuézanlos, hagan con ellos lo que más les apetezca, pero no los tiren que eso no beneficia a nadie y queda muy feo.




¿A LA ALTURA?

9 horas tardó Zapatero en comparecer ante los medios de comunicación el día en que se produjo el trágico atentado en Barajas, después de lo cual regresó a su retiro navideño en Doñana, donde –probablemente- tomó las uvas con su familia el día de Fin de Año, donde permaneció hasta ayer, cuando –por fin- se dignó a visitar a los familiares de las víctimas (4 días después del trágico atentado). Hasta hoy, 5 días después de que estallara la furgoneta bomba de ETA en Barajas, no ha acudido al lugar en que tuvo lugar el atentado.

Todo esto denota la absoluta falta de responsabilidad del Presidente del Gobierno que, ante un hecho de enorme gravedad, no ha modificado sus planes de disfrutar de las fiestas navideñas para, así, atender plenamente –como exigía la situación- sus responsabilidades como gobernante. No ha estado a la altura de la situación ni del cargo que ocupa como Presidente de todos los españoles. Debería disculparse por ello. No lo hará.