Ha muerto Francisco Umbral. Y se han congelado las hojas de periódico en verano. Se han quedado sin la bufanda blanca que las resguardaba cuando el tiempo lo requería, y cuando no, también, pues sabían que en Septiembre, cuando el calor se evaporara, de nuevo estaría allí, manchada de letras y lista para liársela al cuello.
Ya no miran desde lo alto aquellas oscuras gafas de pasta acariciadas por la cabellera cana que vestía tan privilegiado talento.
Los placeres y los días. Y tanto. Su placer, dijo, fue escribir; el nuestro, leer lo que escribía, casi todos los días.
Hacía de la prosa, poesía. Convertía lo cotidiano en extraordinario. Al político lo transfiguraba a humano. Al anónimo lo daba a conocer. Sólo con letras, con unas pocas palabras, en esas columnas que escribía desde su trono de mimbre.
Él se ha ido, pero es seguro que su obra perdurará, y será estudiada y apreciada por las generaciones futuras.
4 comentarios:
No sé si las generaciones futuras apreciarán su ora. Debo anteponer mi duda con el periodo que estamos viviendo. Pero sí es verdad que tiene una obra maestra, lleno de libros grandes y recomendables como "Mortal y rosa", "Un ser de lejanías", "Leyenda del César visionario" y "Los metales nocturnos". Descanse en paz.
Descanse en paz.
Umbral ya está junto a Cela. Y nosotros, aquí abajo, nos quedamos con los malos escritores... ¡Menudo páramo nacional!
Saludos
Enviado a las 29/08/2007 17:48:19 por Caminant
Si puede ver desde donde está el corazón de los demás supongo que se sentirá confortado y esboce alguna sonrisa.
Cuando alguien es para nosotros importante es bueno demostrarlo.
Enviado a las 29/08/2007 21:30:11 por ttesk
Descanse en paz este gran maestro de la prosa, siempre tan polémico, pero siempre tan genial.
Saludos afectuosos.
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